Depilación con cera

Existen diferentes métodos de depilación, pero la que más utiliza por la mayoría de las mujeres es la depilación con cera.
Para la depilación es necesario que la piel esté con muy buena exfoliación, para que ésta quede bien limpia, lo ideal es realizarla con ayuda de un guante de crin. Para que la piel se mantenga libre de impurezas, se recomienda exfoliarla por una vez a la semana. Luego de la depilación, no debemos exfoliarla por los siguientes 4 días.

Tampoco debemos tomar sol antes de depilarnos porque la piel se encuentra muy sensible y se corre el riesgo de lastimarla.

Es conveniente hidratarla unas 3 o 4 horas antes de depilarnos, con una loción o crema que no sea grasa, de esta manera el vello saldrá mejor. No debemos utilizar una loción o crema grasosa.

Cuando ya estemos listas, buscar un lugar cómodo y colocar todo lo que necesitemos a mano.

Para evitar manchas difíciles de sacar, conviene colocar debajo una toalla en desuso o una sábana que ya no utilicemos.

La cera siempre debe estar tibia, nunca caliente. Antes de aplicarla sobre la piel, debemos controlar su temperatura. La mejor forma de comprobar la temperatura es colocando un poco de cera en un punto sensible del cuerpo, por ejemplo, la muñeca.

La cera se aplica siguiendo la dirección del vello. Este punto es importantísimo ya que si no se hace de esta manera, el vello no saldrá de raíz, que es la finalidad de la depilación con cera. Para aplicarla, se puede utilizar una espátula de madera.

Luego de aplicar la cera, debemos retirar la misma con un tirón a contrapelo, es decir, en la dirección contraria en que crece el vello, para lograr extraerlo de raíz y que no se corte. Debe ser un solo movimiento para que duela menos.

Algunas personas retiran la cera con ayuda de la misma espátula que han usado para aplicarla, otras, en cambio, prefieren colocar sobre la cera una tela o lienzo, presionarla un poco y tirar.



Aquí os dejo un enlace explicando otro tipo de depilación como es la depilación láser